7 olores “falsos”
Más de alguna vez te habrá seducido el olor del pan recién hecho mientras caminas por la calle. Unos metros más adelante descubres una panadería y el impulso de entrar se vuelve difícil de eludir.
Más de alguna vez te habrá seducido el olor del pan recién hecho mientras caminas por la calle. Unos metros más adelante descubres una panadería y el impulso de entrar se vuelve difícil de eludir.
El uso de sentidos diferentes para provocar una experiencia en el consumidor no es nada nuevo. En este sentido, las degustaciones de determinados productos alimentarios es algo habitual en los puntos de venta, a la vez que en el diseño de packaging se trabaja con materiales y texturas que resulten agradables al tacto. El marketing sensorial, aún así, intenta ir más allá y romper la barrera de la publicidad audiovisual. Mediante los sentidos, pretende reforzar los valores y las características diferenciales de determinados productos y servicios.
El marketing de aromas es una herramienta muy nueva del marketing que ha desarrollado mucho interés en todo el mundo por la captación de varios aromas, con la finalidad de dejar recuerdos al consumidor final y dejarlo marcado con tu marca para que después de varios años puede identificar tu marca con solo un aroma.
El sentido del olfato es el más fuerte y más primario de todos nuestros sentidos. Nos protege de la leche de consumo que se volvió agria y nos alerta sobre la presencia del gas natural. Nos recuerda momentos que experimentó por primera vez hace décadas.
El perfume tiene un poder asombroso. Tanto es así que, en ocasiones, incluso puede influir en la conducta humana. Hablamos con expertos para descubrir un poco más sobre el marketing olfativo.
Sabemos que los aromas evocan recuerdos, entonces no es de extrañar que los expertos en marketing hayan aprovechado esta peculiar y semi inconsciente conexión para vender algunos de sus productos.
O al menos así lo aseguraba un artículo que apareció en el diario El País. Con mi habitual incredulidad científica, fui a la búsqueda de más información y me topé en Science con el artículo investigativo que dio pie al llamativo titular.
Las regiones del cerebro donde se procesan los olores -el lóbulo temporal y el bulbo olfativo- tenía mayor tamaño en los primeros Homo sapiens que en los de Homo neanderthalensis, según una investigación liderada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y publicada en la revista Nature Communications.
El olfato, en el humano, es uno de sus cinco sentidos más importantes puesto que estamos expuestos en cualquier momento a las fragancias del ambiente, de la naturaleza, de las personas o de las cosas.
Los olores los percibimos por la nariz alcanzando así la mucosa olfativa, donde se encuentran las células olfativas sensoriales, las células de sostén y las células basales, el moco acuoso es el encargado de transportar los aromas a los cilios que transforman estos olores en señales químicas.
Te Guiaré por el Olfato, según Dorian Main Coffe.
Yo tengo un olfato muy desarrollado. Perdi muchas facultades cuando era fumadora , pero lo he vuelto a recuperar , es de las primeras cosas que recupere cuando deje de fumar y me encanta disfrutar de ese sentido.