Sabemos que los aromas evocan recuerdos, entonces no es de extrañar que los expertos en marketing hayan aprovechado esta peculiar y semi inconsciente conexión para vender algunos de sus productos.
O al menos así lo aseguraba un artículo que apareció en el diario El País. Con mi habitual incredulidad científica, fui a la búsqueda de más información y me topé en Science con el artículo investigativo que dio pie al llamativo titular.