“Los seres humanos memorizamos un 3% de lo que vemos, un 5% de lo que oímos y un 35% de lo que olemos”
El olfato es, por lo tanto, uno de los sentidos más desarrollados. Por eso, lo que comenzó como una idea de la que se sirvieron los parques temáticos Disney de Estados Unidos para potenciar el consumo en sus instalaciones, se ha convertido en una técnica en auge en España y el resto de países europeos. “Hace 15 años se les ocurrió aromatizar los parques con olor a palomitas de maíz. De esa manera, llegaban de forma mucho más directa a los usuarios”, cuenta el consejero delegado de Ambifresh, Luciano Distefani, otra empresa del sector.
Por eso, si con algo tan simple era posible aumentar las ventas, “desarrollando y perfeccionando la técnica los resultados podían ser mucho mayores. Así, mediante estímulos olfativos, incentivamos el consumo de los clientes”, prosigue Distefani. La idea es simple: todo se basa en acercar a los clientes a los establecimientos y, una que vez que están dentro, alargar al máximo el tiempo que pasan en ellos. Por eso, para sacar el máximo partido en cada una de estas fases, se utilizan diferentes fragancias y métodos: “Suelen ser olores dulces, apolvados, que dentro de la gama de los perfumes son los que más llaman la atención. La gente se acomoda en esos lugares y pasa más tiempo en ellos que en los que no huelen a nada”, asegura Distefani.
Los olores, no obstante, también tienen graduada su intensidad. Tal y como narra Bértolo, gozan de mucha más fuerza en la entrada de los establecimientos que en su interior. “Lo más útil es que el aroma salga de la tienda y que en la calle, frente al local, se retenga la esencia”. Es una forma de llamar al consumidor, atraerle y embaucarle. Y al entrar en ellos, la intensidad va desapareciendo, “porque en este paso el objetivo cambia, y lo importante es retener a los consumidores. Un olor fuerte sirve para llamar la atención, pero no para mantener a alguien en el lugar”, prosigue Distefani, que sabe de lo que habla ya que cuenta con firmas como Pikolinos, Ikea, Mayoral o el centro comercial H2O de Madrid entre sus clientes.
Fuente: http://cincodias.com/cincodias/2017/02/03/sentidos/1486144893_257423.html