El ambiente navideño no sólo depende de la decoración, los colores, las luces y texturas… ¡también depende del aroma que se respire!
Ya sea con flores, plantas o sustancias aromáticas, las fragancias estimulan, revitalizan y generan esa magia tan especial de la Navidad.
Ya instaladas las luces y el resto de la decoración navideña, hay un elemento que no puede faltar en la ambientación del hogar: el aroma, ese olor que va más allá de la sensación al aspirar, que confiere personalidad al espacio, que estimula el ánimo y los sentimientos.
La Navidad tiene más sentido cuando alrededor se perciben algunos de los siguientes aromas:
Canela-naranja
Roble
Bizcocho
Azahar
Chocolate
Vainilla-mandarina