Recordando aromas de nuestra niñez…
La memoria de los olores, o cómo los científicos se vuelven locos. Sí, ni tan sólo ellos entienden el porqué de la memoria de la nariz. Pero es cierto. Recordamos olores… que nos transmiten a ciertos momentos de nuestra vida.
Es muy fácil. Hueles, cierras los ojos… inspiras… y recuerdas. Pim-pam. Algunos hasta recuerdan imágenes que habían olvidado. Como en “despertares”. Y sin querer te transportas a ese momento, a ese instante, en ese sitio, y lo puedes recordar casi todo. El poder del olfato.
Vayamos a un recuerdo concreto: si hablamos de la infancia, no hay otro olor más significativo, dulce y agradable que el de Mustela. La infancia vuelve, y creo que a veces nos hace mucha falta a todos.
Fuente: http://kids.mequedouno.com/product.php?id_product=20715